Es la trigésima séptima entrega:
Problemas de la vida cotidiana, que toman nuestra
mente por sorpresa apoderándose de todos nuestros pensamientos a toda hora en
todo momento, nos domina y al final vencen afectando para siempre nuestro
cuerpo y alma. Por eso una buena lectura nos ayuda a no estar
siempre con pensamientos negativos y al rato podamos encontrar inspiración para
solucionarlos.
Lo que hay que evitar, me parece a mi al menos, es utilizar los libros como escapismo o como barrera para no enfrentar lo irremediablemente cotidiano (como diria el Bunbury), el libro debe ser base y apoyo, nunca ruta de escape... ;)
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