Hace mucho tiempo que no empleo una técnica como esta, la cual consiste en utilizar crayones “normales” sobre papel acuarela, después se cubre con abundante tinta china esparcida por un pincel. Una vez seca la tinta china, queda una superficie algo aceitosa y brillante; hay que tener cuidado porque dicha superficie se puede dañar fácilmente, al aprovechar esa característica se raspa con un punta de metal fina, específicamente yo utilicé una punta de pluma para tinta china, muy fina. Posteriormente, se procede a raspar, de manera tal que se crean texturas muy parecidas al grabado en metal; se puede decir que esta técnica imita muy bien el grabado en metal, al utilizar colores negros, con las “tramas” se logra un efecto de contraste muy “teatral” o dramático.
Aprovechando los contrastes logrados, quise iluminar las figuras con tramas alrededor, con el fin de crear un efecto como de “grabado”. El truco es raspar formando tramas igual como si se tratara de un dibujo a pluma. Para conservar las obras, al final se rociaron con fijador en “spray” para tiza pastel.